Longchamp, una visita guiada

Longchamp, una proeza arquitectónica

Un poco de historia…

A la una y media de la tarde, en Marsella, frente al majestuoso Palacio Longchamp, nos encontramos con Ghislaine, nuestra artista-guía. Muy acogedora, nos tranquilizó enseguida y nos explicó el desarrollo de nuestra visita. Alternamos la historia del lugar con una pausa para dibujar.

Empezamos admirando la imponente arquitectura del Palacio Longchamp. La luz del sol resaltaba los colores cálidos del edificio y nos permitía admirar los numerosos reflejos en la fuente que domina el edificio. Es, sin duda, uno de los monumentos más bellos de Marsella.

Ghislaine nos explica la historia del Palacio, diseñado por el arquitecto Henri-Jacques Espérandieu, conocido también por sus proyectos para Notre-Dame de la Garde y la Catedral de la Major. Tras 10 años de obras, se construyó para celebrar la llegada del agua del Durance a Marsella.

Este ambicioso proyecto consta de tres secciones principales: en primer lugar, en el centro se encuentra una fuente monumental de 10 metros de altura, unida por dos alas igualmente imponentes; en el ala izquierda se encuentra el Museo de Historia Natural y en el ala derecha el Museo de Bellas Artes.

Tras subir unos escalones y admirar las grandes columnatas semicirculares, llegamos al pabellón central con su torre de agua y sus majestuosas esculturas. Entre ellas, un carro tirado por 4 toros de Camarga y 3 figuras femeninas que representan el Durance, el trigo y la vid. A un lado, también podemos admirar 2 imponentes esculturas de Tritón tocando la caracola (concha utilizada como instrumento de viento). Desde este lugar, también tenemos una vista impresionante de la ciudad de Marsella. Fue aquí donde Ghislaine decidió enseñarnos los fundamentos del dibujo.

¡El panorama nos inspira!

¡Ahora nos toca jugar! Después de escuchar atentamente los numerosos consejos que nos dio nuestro guía, cada uno buscó un punto de vista que nos inspirara.
Yo decidí instalarme en la cúpula, justo al lado de la fuente, donde teníamos una vista ininterrumpida de Marsella (incluso podíamos ver Notre-Dame de la Garde y la parte superior de las dos agujas de la Eglise des Reformés). El marco parecía ideal, pero ¿por dónde empezar? Es cierto que el dibujo no es mi punto fuerte… Ghislaine vino en mi ayuda. Para empezar, me explicó cómo encuadrar lo que quería dibujar y me aconsejó que utilizara las manos y las colocara en forma de rectángulo, de modo que al mirarme las manos obtuviera el paisaje que iba a poder dibujar.

Luego, para asegurarme de que mi boceto está a escala, Ghislaine me aconseja cerrar un ojo y colocar el pulgar junto a lo que he elegido dibujar. A partir de ahí, puedo medir uno o dos centímetros, lo que me facilita determinar la altura de lo que quiero dibujar. Ahora sólo tengo que colocar el pulgar sobre la hoja de dibujo y colocar los puntos para enmarcar mi boceto. Increíblemente, ¡funciona! Ya más confiado, me puse manos a la obra y comencé un primer boceto. Una vez que nuestros bocetos estaban bien avanzados, pasamos a colorear, eligiendo entre pasteles y acuarelas. Yo me decidí por los pasteles, que me recuerdan a mi infancia. Poco a poco, nuestros dibujos van tomando forma y, una vez terminados, los intercambiamos para descubrir las obras que hemos creado cada uno.

Parque Longchamp

Los jardines botánicos

Alrededor del Palais, podrá admirar vastos jardines, ¡muy agradables en pleno centro de Marsella! En verano, mucha gente viene aquí a hacer picnic, gracias a los numerosos rincones a la sombra y a la fresca fuente. Diseñado por Espérandieu como escaparate del Palacio Longchamp, el «jardin du plateau » es un jardín formal con amplios senderos que resaltan la arquitectura del palacio. Muy cerca se encuentra el jardín del Observatorio, que ya no se utiliza con fines profesionales. Sin embargo, sigue abierto al público en general para grupos escolares, visitas guiadas, exposiciones y conferencias. El lugar alberga 3 cúpulas con telescopios astronómicos de varios tamaños, así como una exposición dedicada al telescopio de Léon Foucault.

El jardín zoológico

Continuamos más abajo, donde descubrimos los restos del antiguo parque zoológico de Marsella, que cerró sus puertas en 1987. A la entrada del parque, podemos ver el panel de la exposición «Zoo divertido «, que data de 2013 y que hoy presenta representaciones de animales en fibra de vidrio, junto con sus jaulas y otros refugios. Entre ellos, una pajarera, una jaula para fieras y osos, así como los pabellones de elefantes y jirafas. También se han instalado varias atracciones infantiles para disfrute de las familias.