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Marsella y el rap

Como ciudad pionera, Marsella se hizo oír rápidamente en el mundo del rap. Multicultural y orgullosa de su identidad, la ciudad de Marsella encontró muy pronto en esta música popular un medio de expresión fiel a su temperamento. Desde el Puerto Viejo hasta los suburbios del norte, el rap se ha convertido en un pilar de la cultura urbana.

Marsella, ciudad de música popular

En Marsella, la música sale a la calle antes de dejar su impronta en los estudios y en la radio. La ciudad de Marsella siempre ha vibrado al ritmo de múltiples influencias: las de los puertos, los exiliados, los barrios populares, los bares, los mercados y los estadios. Aquí, la música es popular en el sentido más noble de la palabra: arraigada en la vida cotidiana, accesible a todos, se nutre de la vida de la gente de cerca y de lejos.

En los años 80, cuando el rap apenas despuntaba en París, Marsella ya se empapaba de funk, reggae, raï, variedad italiana y norteafricana. Los sonidos traspasaban muros y generaciones. La gente baila, improvisa, habla de su vida, comparte sus emociones y aspiraciones. A menudo con rabia, siempre con estilo. Tanto en los barrios del norte como en el centro de la ciudad, los muros se convierten en lugares de expresión del arte callejero y los aparcamientos se transforman en escenarios improvisados.

Esta energía bruta, impulsada por jóvenes en busca de reconocimiento, encontró su válvula de escape en el rap. Rap con acento del sur, letras cinceladas, transportadas por un rico imaginario colectivo, el de una ciudad tan bella como accidentada, tan orgullosa de su pasado como en busca de su futuro.

1993: Marsella se convierte en la capital del rap francés

El año 1993 marcó un giro decisivo: Je danse le Mia, el tema estrella de IAM, irrumpió en las ondas y catapultó al rap marsellés al primer plano. El tema, aparentemente ligero, era un homenaje a las fiestas funk de los años 80, pero sobre todo significaba una revolución musical del Sur. Por fin un grupo del Sur imponía su estilo, su acento, su ritmo y sus códigos.

En torno a Akhenaton, Shurik’n, Kheops, Freeman e Imhotep, el grupo IAM encarna una visión. Sus letras, cuidadosamente elaboradas, combinan referencias históricas, crítica social, espiritualidad y orgullo local. En una Francia marcada por las fracturas sociales, estas letras resuenan como una llamada a la conciencia y la dignidad.

Pero IAM no son los únicos pioneros del rap «made in Marseille». Siguiendo su estela, surgió una galaxia de colectivos y grupos: Fonky Family, 3e Œil, Carré Rouge, B-Vice, Psy 4 de la Rime… La escena marsellesa adquirió una dimensión colectiva, fraternal, casi militante. Se apoyaba en estructuras sólidas, con estudios independientes como La Cosca, productores como Kheops y sellos locales que creían en el potencial de estos talentos del Sur.

Lejos de copiar a París, Marsella inventa otra imagen de Francia y propone otra manera de hacer rap: más narrativa, más comprometida, más visceral. En los años 90, Marsella no pidió su sitio en el rap francés. Lo ocupó.

¿Lo sabías?

El rap marsellés en 5 canciones

IAM – Je danse le Mia (1993): himno intergeneracional, esta canción emblemática popularizó el rap marsellés en toda Francia. Tras su apariencia desenfadada, relata la nostalgia de los años 80 y el amor por la ciudad.

Fonky Family – Sans rémission (1998): cruda, vanguardista, comprometida. Este tema simboliza el entusiasmo de los FF y las duras realidades sociales de los barrios marselleses a finales de los 90.

Jul – Tchikita (2016): éxito viral con cientos de millones de visitas, este tema resume el estilo de Jul: espontáneo, accesible, embriagador. Marca el ascenso al poder de un nuevo Marsella.

SCH – Champs-Élysées (2016): con su cuidada estética y su flow cinematográfico, SCH está abriendo un nuevo camino artístico para el rap en Marsella. Ambiente oscuro y letras meticulosas.

Soso Maness – Petrouchka feat. PLK (2021): melancolía, esperanza, orgullo marsellés: este tema es un grito de amor por la ciudad y un reflejo de las emociones del rap callejero actual.

Herederos y renacimiento: el rap marsellés de hoy

Treinta años después del IAM, el rap marsellés está lejos de haber dicho su última palabra. Incluso ha encontrado un nuevo aliento adaptándose a los códigos del siglo XXI y a las nuevas formas de consumir música. Una nueva generación de artistas ha tomado el relevo, con sus propias reglas, sus propias referencias, pero siempre con la misma fidelidad a Marsella.

A la cabeza de esta ola, Jul se ha consolidado como un fenómeno. Ha redefinido los estándares de la producción independiente, ha establecido un sonido reconocible al instante y ha convertido su sello D’Or et de Platine en una auténtica fábrica de éxitos. Desconcertante para unos, adorado por otros, Jul nunca ha ocultado sus raíces locales. Cita los barrios, filma la ciudad y permanece fiel a su base.

Junto a él, figuras como SCH, Alonzo, Soso Maness, Naps, Elams, Solda o Kofs han ampliado el espectro musical del rap en Marsella. Cada uno con su estilo, su estética y su universo. Del trap a los sonidos mediterráneos, de la narración callejera a la introspección, la escena del rap marsellés es tan diversa como prolífica.

Lo que les une, más allá de sus diferencias, es un apego incondicional a Marsella. En sus vídeos, en sus entrevistas, en los estribillos que corean, la ciudad está omnipresente. Es un escenario, un personaje y una musa. El rap marsellés de hoy ya no se contenta con reivindicar el Sur: lo escenifica a escala mundial, gracias a las plataformas de streaming, las redes sociales y las giras. Y sigue uniendo a la gente, desde los barrios populares hasta las listas de reproducción internacionales.

Los códigos del rap marsellés

El rap marsellés es algo más que sus orígenes geográficos. Es un estilo propio, reconocible por su combinación de acento, lengua, referencias culturales y valores compartidos. A lo largo de las generaciones, estos códigos han evolucionado sin desaparecer nunca, creando una verdadera escuela marsellesa de rap.

Acento, lengua, territorio

En Marsella no se borra el acento: se hace alarde de él. Es una firma, una seña de identidad. La lengua vernácula marsellesa, mezcla de franqueza, expresiones locales, árabe, italiano y verlanés, se integra en las letras como un elemento de estilo. En cuanto al territorio, es omnipresente. El mar, las colinas, las manzanas, los estadios, los autobuses de la RTM… todo se convierte en telón de fondo, símbolo o hito en las letras y en los clips.

Valores, sonidos y estética propios

El rap marsellés también se distingue por sus valores: lealtad, fraternidad, independencia y orgullo. Son temas que han atravesado todas las épocas, desde el grupo IAM hasta el rapero Jul. En cuanto al sonido, las influencias son variadas: el funk, la música árabe, la guitarra andaluza, el reggaeton y el electro aparecen regularmente en las producciones. La estética también ha evolucionado: del ambiente oscuro y realista de FF al universo colorista y ultrarreferencial de Jul, el rap marsellés se ha adaptado sin perder su alma.

Una escena en constante reinvención

La escena del rap marsellés no deja de sorprendernos por su capacidad para renovarse sin renegar de sí misma. Los artistas de la nueva generación colaboran con sus mayores, al tiempo que allanan el camino a otros sonidos. No dejan de surgir nuevos talentos, a veces autoproducidos, animados por un público local fiel y una cultura de apoyo comunitario. El rap marsellés está vivo y coleando, nunca está estático.

Una influencia nacional (e internacional) persistente

Gracias al rap, Marsella sigue inspirando más allá de sus fronteras. Sus artistas agotan las entradas de los Zeniths, figuran entre los más escuchados en las plataformas de streaming y colaboran con raperos de toda Francia y más allá. La ciudad, que se impuso a París en los años 90, se ha hecho un nombre a escala mundial en el mundo de la música.