La petanca, una tradición provenzal
La tradición dice que Marsella tiene tantos campos de petanca como pueblos. De las colinas de La Treille a las playas del Prado, del puerto de L’Estaque al de Les Goudes, la petanca no tiene secretos para nadie. Los marselleses son especialmente aficionados a golpear unas cuantas bolas en este deporte, en el que el número 13 es sinónimo de victoria.
La petanca, o el «juego de los pies curtidos» si nos interesa la transcripción literal del término provenzal, es mucho más que una simple costumbre, ya que actualmente representa el undécimo deporte de Francia en número de practicantes. Desde los más jóvenes hasta los más mayores, de forma ocasional o más frecuente, la gente disfruta practicando este juego, porque sobre todo transmite valores de compartir y respeto.
Aunque la petanca ha adquirido una dimensión internacional con la organización cada año de torneos como «la Marsellesa» o «Le Provençal 13», también es un deporte que se practica en familia en torno a una buena comida y un buen aperitivo (o apéritif).