Place Castellane, fontaine

Plaza Castellane

y su fuente monumental

Situada en el distrito 6, la plaza Castellane es uno de los centros neurálgicos de Marsella. Forma la rotonda homónima entre los barrios del Vieux-Port y del Prado. Concéntrese en la historia de esta plaza y su inseparable estatua, parte del patrimonio marsellés.

Una plaza nacida de los deseos de Luis XIV

En el siglo XVIII, Luis XIV preveía alinear la Puerta de Aix con la Puerta de Roma en las antiguas murallas de la ciudad. En respuesta a la petición del Rey Sol, la calle de Roma, que terminaba a la altura de la actual Prefectura, fue prolongada hasta el emplazamiento actual de la plaza Castellane.

El Marqués Henri-César de Castellane-Majastre, propietario del terreno, lo cedió gratuitamente a la ciudad en 1774, dando así su nombre a la plaza. Al mismo tiempo, se ofreció a financiar las obras de la plaza. Así, en 1798, se instaló una primera fuente y un lavadero. En 1811, para celebrar el nacimiento del hijo del emperador Napoleón I, se añadió a la plaza un obelisco que permaneció en su lugar hasta 1911, cuando fue trasladado al barrio de Mazargues donde, por cierto, aún puede contemplarse.

La fuente Cantini, regalo de un marsellés adinerado

Además de su importancia en la vida marsellesa, la plaza Castellane es hoy más conocida por la fuente situada en su centro, conocida como la fuente Cantini. A principios del siglo XX, un acaudalado marmolista, Jules Cantini, quiso regalar a la ciudad, a la que tanto debía, una magnífica fuente. La obra fue encargada al artista tolosano André Allar entre 1911 y 1913. Este conjunto monumental es particularmente prestigioso: 25 metros de altura diseñados en mármol de Carrara. Verdadera joya arquitectónica, la plaza es visible desde lejos y, sin duda, añade prestigio a la glorieta.

Las estatuas de la fuente Cantini

Cuatro grandes estatuas se alzan a los pies de la fuente Cantini. Las tres primeras representan el mar Mediterráneo y tres ríos de Provenza: el Durance, el Verdon y el Ródano. La cuarta evoca la estatua de Marsella, orientada hacia el mar, domina el edificio y en su base están las etapas del Ródano, desde su nacimiento hasta el mar. Cada escultura se inspira en la obra de un artista conocido: la Fontana de Trevi, Lorenzo Bernini, François Rude y Raoul Larche. En agradecimiento a André Allar, escultor encargado de la Fuente Cantini, la ciudad de Marsella le nombró Correspondiente de la Academia de la ciudad.

Una plaza de la Castellane en plena transformación

A partir de 2023, la plaza de la Castellane volverá a ser peatonal, cuando se complete la prolongación de la línea 3 del tranvía, que unirá Capitaine Gèze (en el distrito 15, al norte de la ciudad) con el hospital Sainte-Marguerite (en el distrito 9, al sur de la ciudad). La 2ª fase de las obras unirá el barrio de la Rouvière (al sur) con el barrio de la Castellane (al norte) a partir de 2025. Por tanto, necesitará una rotonda para dar paso a una nueva zona peatonal. De este modo, una explanada y terrazas sombreadas harán de la plaza Castellane un lugar de relajación y convivencia en el corazón de la ciudad. Un cambio que habrá que seguir de cerca con Aix-Marseille Provence Metropolis, responsable del proyecto.

Un barrio animado y bullicioso

Place Castellane se abre a tres vías principales. En primer lugar, la calle de Rome, una dinámica avenida comercial que suele atraer a adolescentes y jóvenes en busca de codiciadas piezas que desafían toda competencia. En segundo lugar, la avenida de Prado, con sus amplias aceras sombreadas, alberga uno de los principales mercados de Marsella. Todas las mañanas, este mercado reúne a más de 80 puestos de frutas y verduras, flores, productos locales y regionales… En tercer lugar, el bulevar Baille se une al barrio de Timone.

 

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