Senderismo fotográfico urbano

Un paseo fotográfico por el corazón de Marsella

Marsella, una ciudad fotogénica

Apasionado, pero principiante en fotografía, llegué con gran emoción al punto de encuentro en el Cours Pierre Puget a las 13.30 h. Sorprendentemente, el tiempo no era muy agradable ese día en Marsella. Sorprendentemente, el tiempo no acompañaba mucho ese día en Marsella. Predominaban las nubes y esperábamos que se disiparan para dejar paso al sol. El fotógrafo Bruno ya estaba en el lugar y nos dio una calurosa bienvenida. Una vez que todo el mundo hubo llegado, nos explicó cómo iba a funcionar nuestra visita. En primer lugar, nos enseñará las nociones básicas de la fotografía, tanto con cámara como con smartphone, y después nos dirigiremos a algunos de los lugares de visita obligada para hacer unas fotos magníficas.

¿Qué hay mejor que unas bonitas fotos para crear hermosos recuerdos? Después de charlar un rato con el grupo, nos dimos cuenta de que hacer fotos se ha convertido en un auténtico estilo de vida, sobre todo gracias a nuestros smartphones, que cada vez tienen mejor calidad. Nos gusta compartirlas con nuestros amigos y familiares y en las redes sociales, así que la opinión de un profesional siempre es un plus para ayudarnos a mejorar.

Los fundamentos de la fotografía urbana

Bruno comienza recomendándonos que utilicemos la cuadrícula para explicarnos la regla de los tercios, de manera que podamos colocar correctamente nuestra cámara y encuadrar nuestra foto. También nos explica la función del modo ISO, que corresponde a la sensibilidad del sensor a la luz. Además, la apertura del diafragma es uno de los aspectos básicos en fotografía, ya que regula la luz que entra en la cámara y nos permite jugar con la profundidad de campo. Una apertura grande (por ejemplo, f2) permite obtener más luz y una profundidad de campo menor (sujeto nítido, fondo desenfocado). Por el contrario, una apertura pequeña (por ejemplo, f10) reduce la cantidad de luz que entra en la cámara y proporciona una gran profundidad de campo (sujeto y fondo nítidos). Hicimos nuestras primeras pruebas en el Palacio de Justicia y la estatua de Pierre Puget, y luego continuamos nuestra excursión por las bonitas calles de Marsella.

Seguimos hasta el barrio de Vauban. La subida a Notre-Dame de la Garde estuvo salpicada de paradas fotográficas y, para nuestra alegría, el sol hizo por fin su aparición, resaltando las bellas, cálidas y coloridas calles marsellesas. Bruno nos dio los mejores consejos para que nuestras fotos fueran un éxito, y nunca dudó en tomarse el tiempo de explicarnos cómo podíamos mejorar y hacer unas fotos magníficas.

La ciudad focense desde otro ángulo

Tras subir la colina que lleva a Notre-Dame de la Garde, podemos ver a través del pinar que hemos ganado altura y que tenemos ante nosotros un panorama impresionante. El sol comienza a ponerse cuando llegamos a la plaza frente a Notre-Dame, el punto más alto de la ciudad. Asistimos a una puesta de sol majestuosa, con suaves tonos anaranjados cayendo sobre las islas de Frioul y el castillo de If, los tejados de Marsella adquiriendo tonos rosados, los rayos del sol colándose por las bóvedas y las estatuas mientras el viento entretenía a los gabios. Fue un momento mágico, e incluso bajamos los objetivos un momento para disfrutar del espectáculo.

Tras este agradable momento en lo alto de la ciudad, llegó la hora de regresar al paseo marítimo por el Bois Sacré. Tras subir una larga escalinata, llegamos al tranquilo barrio de Roucas Blanc, llamado así por la roca sobre la que se asienta. Un agradable paisaje de villas y bastidas adornadas con jardines rocosos se extiende a lo largo de las estrechas calles y escaleras, ¡un paseo de lo más encantador!