Las heladerías de Marsella que hay que probar

Situado en el barrio de Panier, a dos pasos del Vieux-Port, Vanille Noire ofrece helados artesanales para degustar sin moderación. Nicolas, el fundador, heladero artesano y aficionado a los sorbetes, selecciona sus propias materias primas y prepara sus propios purés de frutas antes de elaborar sus helados en su laboratorio/tienda. Su especialidad es la vainilla negra, un helado de color carbón que llama la atención. También ofrece sabores originales como jengibre/curcuma, piña/hinojo, cornflake, panettone/grappa y pastis. Los helados pueden degustarse en la terraza o llevarse a casa. No dude en descubrir la dirección en la calle Caisserie o en la plaza de Lorette.

Para disfrutar de un helado bio en el Puerto Viejo, el Métropole es el lugar donde detenerse. El Glacier Bio Le Métropole ofrece 51 sabores de helados y sorbetes ecológicos Terre Adélice, incluyendo toda una gama meridional: pastis, lavanda, albahaca-limón, verbena, anís verde, albaricoque, melocotón blanco… El establecimiento también cuenta con un hermoso interior completamente rediseñado por Sophie Ferjani, la famosa decoradora.
¡Un lugar para venir a reponer fuerzas en un ambiente de cabaña de playa!

L’Eléphant Rose à Pois Blancs es una visita obligada para los amantes de los descubrimientos helados. Aquí, todo es casero y los sabores varían según la temporada. Encontrará helados imprescindibles como vainilla, chocolate, caramelo de mantequilla salada, fresa y limón, así como sabores inusuales como flor de hibisco, albahaca piña, jengibre y miel de azahar. Incluso hay helados con alcohol. Una diversidad de sabores para satisfacer a grandes y pequeños. También hay crepes y gofres con toppings 100% caseros, para comer en casa o para llevar de paseo por el barrio de Cours Julien.

Emeline y Guillaume han reinventado el helado en palo con su tienda Emki Pop en el barrio Vauban de Marsella. En un ambiente suave y pastel, podrá degustar sorbetes y helados 100% naturales en palitos. Los sorbetes están elaborados con un 75% de fruta fresca de temporada, por lo que tendrá la impresión de estar comiendo fruta congelada. Entre los esquimaux, encontrará recetas clásicas y originales como «La Black sésame» (sésamo negro) o «La Detox» (limón, cúrcuma, jengibre) o recetas más gourmet como «La Choco craquante» (chocolate con leche, almendras caramelizadas).

Esta heladería y charcutería, situada en la Corniche Kennedy, ofrece sorbetes y helados Terre Adélice 100% naturales, ecológicos y sin conservantes. La elección es amplia: sorbete de fruta de la pasión, melocotón de viña, lichi, o helado de chocolate negro, de untar, de castaña… Puede disfrutar de los helados en el local, llevárselos o incluso pedirlos y que se los lleven a domicilio. En la tienda de comestibles, podrá comprar productos locales: queso, embutidos, miel de lavanda o incluso mermelada de castañas ecológica, para llevar a casa o regalar.

Para la Mignonne, el helado está presente todo el año y no sólo en las meriendas. Con su vehículo de tres ruedas, La Mignonne es nómada y se puede encontrar en cualquier lugar de Marsella, incluso para eventos privados. Los sabores se adaptan a las estaciones, y los helados son elaborados en Marsella por un artesano que trabaja con frutas y verduras frescas locales. Los helados no llevan aromas artificiales ni conservantes, y contienen la menor cantidad posible de azúcar.