Coucher de soleil, plage des Catalans

Los mejores lugares para disfrutar de una puesta de sol en Marsella

Cuando pensamos en puestas de sol, a menudo nos imaginamos junto al mar, inmortalizando los últimos rayos de luz del día. Sin embargo, este momento mágico también se puede disfrutar desde la ciudad : Ya sea en las alturas o en medio de los puertos pesqueros, le desvelamos los secretos para disfrutar de las puestas de sol en la Cité Phocéenne y sus alrededores.

En la ciudad

Esplanada del J4 y paseo panorámico de Fort-Saint-Jean

Situada en pleno centro de la ciudad, la explanada del J4 es ideal para contemplar la puesta de sol. Con los pies en el agua o sentado en un banco, podrá admirar el Palacio del Pharo en la orilla opuesta, y a sus espaldas el Mucem. Al caer la noche se engalana con sus más bellos tonos de azul, revelando la proeza arquitectónica del edificio. También puede recorrer la pasarela panorámica del Fuerte Saint-Jean, que ofrece una vista excepcional frente al mar.

Notre-Dame de la Garde

Desde lo alto de su colina, la «Buena Madre», como la llaman los marselleses es el punto más alto de la ciudad. Ofrece una vista panorámica de 360°de Marsella y, por supuesto, del mar. Las colinas lucen magníficas tonalidades anaranjadas mientras el sol desciende por el horizonte. A lo lejos se divisa el legendario estadio de Marsella, el Orange Vélodrome, y muchos de los monumentos de la ciudad que se quedan dormidos. ¡Es un lugar fabuloso para los amantes de la fotografía!

Palais du Pharo

A dos pasos del Puerto Viejo, el jardín del Palais du Pharo, le ofrece una vista impresionante del Mucem, del Fuerte Saint-Jean y, por supuesto, del Puerto Viejo. Los mástiles de los barcos parecen bailar con la última luz del atardecer, y la vida nocturna se perfila poco a poco en la lejanía. Por un momento, este paseo por las alturas le transporta lejos del bullicio de la ciudad.

Anse de Malmousque

L’Anse de Malmousquese encuentra en la Corniche Kennedy. Es un pequeño puerto pesquero que goza de una magnífica vista de las islas Frioul y del castillo de If. Se trata sin duda de uno de los mejores lugares para disfrutar de una puesta de sol junto al agua…. Para un aperitivo, con amigos, en pareja o en familia, ¡merece la pena!

Vallon des Auffes

Cuando cae la tarde, este emblemático rincón marsellés es como una postal. O más bien como un cuadro en el que has volcado tus mejores colores. Rojo, naranja, amarillo, es el calor del sur en todo su esplendor. resalta la belleza de los pointus, típicos barcos de pesca que vuelven a puerto. Comienza la puesta de sol y las terrazas se llenan para admirar cómo el sol se difumina tras los famosos arcos del puente del Vallon des Auffes.

Y un poco más allá...

Les Goudes

El fin del mundo no está tan lejos, está en Marsella, en el pequeño puerto pesquero de Les Goudes, a pocos minutos de las primeras calanques. Para llegar, sólo hay un camino. Ese lado salvaje es lo que le da todo su encanto. ¿Por qué no traer su picnic, sentarse en las rocas y escuchar el sonido de las olas golpeando la costa? Amantes, no lo duden: este lugar es sumamente romántico.

Las playas del Prado

Si le apetece ver la puesta de sol con los pies en la arena o en el agua, ¡las playas del Prado son el lugar ideal! Además, están cerca de un montón de restaurantes y comida rápida, para que pueda comer algo después de este magnífico espectáculo.

El Massif de l’étoile o el Garlaban

Tome una bocanada de aire fresco y recargue las pilas en plena naturaleza. Basta con alejarse del centro de la ciudad y subir a las colinas de los alrededores. Las vistas desde las alturas de Allauch o Aubagne son impresionantes. Después de una corta y fácil caminata, disfrute de las impresionantes vistas con los pies en la garriga: todo ello en el entorno más tranquilo…

 

Le Cap Canaille

Situado entre las ciudades de Cassis y la Ciotat, a unos cuarenta minutos de Marsella, el Cap Canaille le llevará a nuevas alturas… Es el acantilado más alto de Europa y ofrece un panorama increíble del litoral. Los amantes de las motos también disfrutarán de la mítica «route des crêtes», que serpentea a lo largo de la costa.

Desde el mar, en barco…

No hay nada como alejarse de la costa para disfrutar de una puesta de sol con total tranquilidad. A medida que las olas se acercan, la luz se desvanece y el azul eterno se adorna con bonitos reflejos de colores. Si el tiempo lo permite, es la forma ideal de admirar Marsella y sus monumentos desde el mar. Según la temporada, las navieras ofrecen paseos en barco para disfrutar de un pequeño aperitivo al atardecer. Es el caso, en particular, de los Amis de la Flâneuse, que ofrecen salidas privadas,o no.