Historia de los belenes en Provenza
Los belenes tienen su origen en Italia, en la Edad Media, pero no despegaron realmente en Provenza hasta el siglo XVIII. Prohibidos en las iglesias durante la Revolución Francesa, encontraron refugio en los hogares. Fue entonces cuando aparecieron los primeros santones (del provenzal santoun, que significa «pequeño santo»), pequeñas figuritas de arcilla modeladas a mano por artesanos santones.
El rasgo distintivo del pesebre provenzal es que incorpora, junto a la escena bíblica, todo un mundo rural típico de Provenza: pescadores, pastores, lavanderas, un tamborilero, un ravi, un molinero, un moledor… Un vibrante homenaje a la vida cotidiana de antaño.
Aún hoy, la cuna provenzal se presenta en una variedad de escenarios detallados, pueblos en miniatura y paisajes auténticos, que ponen de relieve este patrimonio cultural único.
Los primeros maestros santonniers aparecieron en el siglo XIX. La primera feria del santón se celebró en Marsella en 1803. Marsella se convirtió entonces en la capital de los santones.












