Una niñez pasada en Marsella
Nacido en Aubagne en 1895, Marcel Pagnol pasa sus primeros años en los barrios marselleses de Saint-Loup y luego de Chartreux, siguiendo los traslados de su padre Joseph, un maestro comprometido y apasionado por su profesión. Estos sucesivos traslados le permiten descubrir diferentes aspectos de la ciudad y captar toda su diversidad. Marsella se convirtió para él en un auténtico campo de observación: se nutrió del rico lenguaje, los gestos teatrales y la crudeza de los habitantes, que más tarde poblarían sus historias.
Pero fueron sobre todo las largas vacaciones de verano en la Bastide Neuve, una casa situada en el barrio de La Treille, al borde de un desierto de garriga que se extiende desde Aubagne hasta Aix, las que marcarían para siempre su imaginación y su corazón. Exploraba los senderos y las colinas en compañía de Lili des Bellons, fascinado por la luz y los olores de la Provenza. Este joven campesino, que se convirtió en su amigo, le reveló los secretos de ese mundo que no era el suyo, desde manantiales secretos hasta las maravillas ocultas de la garriga.
Estos años seminales inspirarían más tarde sus Souvenirs d’enfance, una serie de cuatro libros en los que mezcla realidad y ficción: La Gloire de mon père,Le Château de ma mère,Le Temps des secrets y Le Temps des amours inmortalizan su apego a las colinas de La Treille, a Marsella y a las tradiciones provenzales, al tiempo que captan la dulzura y la poesía de aquella época.
Liceo Thiers Marsella 1909








