garlaban, massif de l'étoile
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Marcel Pagnol

Marsella y Provenza, entre recuerdos y ficción

Marcel Pagnol, figura emblemática de la literatura y el cine franceses, supo convertir Marsella y la Provenza en el escenario vivo de una obra rica, poética y universal. Entre obras de teatro, relatos cortos, novelas y películas, logró capturar el alma del Mediterráneo con una sensibilidad única. Sus relatos, llenos de humor y ternura, celebran la luz de las colinas, la charla de los marselleses y la memoria popular de una región en la que creció y que nunca dejó de amar.

Una niñez pasada en Marsella

Nacido en Aubagne en 1895, Marcel Pagnol pasa sus primeros años en los barrios marselleses de Saint-Loup y luego de Chartreux, siguiendo los traslados de su padre Joseph, un maestro comprometido y apasionado por su profesión. Estos sucesivos traslados le permiten descubrir diferentes aspectos de la ciudad y captar toda su diversidad. Marsella se convirtió para él en un auténtico campo de observación: se nutrió del rico lenguaje, los gestos teatrales y la crudeza de los habitantes, que más tarde poblarían sus historias.

Pero fueron sobre todo las largas vacaciones de verano en la Bastide Neuve, una casa situada en el barrio de La Treille, al borde de un desierto de garriga que se extiende desde Aubagne hasta Aix, las que marcarían para siempre su imaginación y su corazón. Exploraba los senderos y las colinas en compañía de Lili des Bellons, fascinado por la luz y los olores de la Provenza. Este joven campesino, que se convirtió en su amigo, le reveló los secretos de ese mundo que no era el suyo, desde manantiales secretos hasta las maravillas ocultas de la garriga.

Estos años seminales inspirarían más tarde sus Souvenirs d’enfance, una serie de cuatro libros en los que mezcla realidad y ficción: La Gloire de mon père,Le Château de ma mère,Le Temps des secrets y Le Temps des amours inmortalizan su apego a las colinas de La Treille, a Marsella y a las tradiciones provenzales, al tiempo que captan la dulzura y la poesía de aquella época.

Obras de teatro, películas y libros

Marcel Pagnol fue un autor comprometido y prolífico, dotado de una creatividad excepcional y de múltiples talentos. Dramaturgo de éxito desde sus comienzos, se ganó al público parisino con Topaze, una sátira agridulce del poder y la corrupción, y después con Marius, que inauguró su célebre Trilogía marsellesa. Sus obras, llenas de brío y humanidad, revelan su capacidad para captar el espíritu de los sureños y abordar al mismo tiempo temas universales.

Pionero del cine sonoro, funda su propia productora y realiza numerosas películas, convirtiéndose en uno de los primeros guionistas-directores de la historia del cine francés. En sus largometrajes, traslada sus historias a la gran pantalla, explorando con gran sensibilidad los mismos temas que le son cercanos: la familia, el honor, la lealtad a las raíces y las pequeñas tragedias de la vida cotidiana.

Novelista por derecho propio, escribe historias luminosas y poéticas que revelan su amor por la Provenza y la lengua francesa, de la que es un ardiente defensor. Elegido miembro de la Academia Francesa en 1946, se convirtió en una figura capital de la cultura francesa del siglo XX. Su prolífica producción, que combina teatro, literatura y cine, ilustra la universalidad de su visión de la gente y de la vida, y da testimonio de una obra profundamente arraigada en su tiempo, pero siempre intemporal.

La Trilogía Marsellesa, del teatro al cine

Marius, Fanny y César, las tres obras de teatro y películas que componen la famosa Trilogía de la Marsellesa, son sin duda la obra maestra de Marcel Pagnol.A través de personajes pintorescos y una escritura excepcional, describe la vida cotidiana en el Puerto Viejo, las relaciones amorosas frustradas y las justas verbales típicas de Marsella. Los lugares emblemáticos de la trilogía siguen formando parte de la identidad marsellesa hoy en día, atrayendo a los visitantes a seguir las huellas de estas historias universales y todavía contemporáneas.

El legado de Marcel Pagnol en Marsella

El alma de Marcel Pagnol sigue viva en Marsella y sus alrededores, ya que su obra continúa habitando los paisajes y lugares que amó. La Treille, un pueblo al pie de las colinas que se ha convertido en un pintoresco barrio de la ciudad, le acoge en su pequeño cementerio, donde reposa junto a su familia, frente a la garriga que inspiró sus Souvenirs d’enfance. No lejos de allí se encuentra la Bastide Neuve, la casa familiar donde pasaba sus vacaciones de verano, hoy lugar de peregrinación para los admiradores.

A pocos kilómetros, el castillo de la Buzine atestigua su sueño de construir una auténtica ciudad del cine en Marsella. Esta vasta residencia, que adquirió casi por casualidad, sin saber que había sido escenario de una escena traumática en su infancia, alberga hoy la Maison des cinématographies de la Méditerranée : un centro cultural que celebra tanto su herencia como el rico patrimonio cinematográfico de la región. Aquí podrá descubrir exposiciones, proyecciones y homenajes a su obra como pionero del cine sonoro.

La ficción cobra vida en el Puerto Viejo, donde el Bar de la Marine conserva el recuerdo de frenéticas partidas de cartas, sabrosos diálogos y coloridos personajes tal y como aparecen en la Trilogía marsellesa. Hoy en día, este emblemático local sigue siendo una visita imprescindible para seguir los pasos de Pagnol y redescubrir el ambiente cálido y popular de sus relatos.

Es un lugar donde perdura el recuerdo de un escritor y cineasta que supo contar las historias de Marsella y de la Provenza, dándoles un lugar eterno en nuestro imaginario colectivo. Seguir sus pasos es redescubrir la luz, la poesía y la humanidad que recorren su obra.